“Vox populi vox Dei”, pero… ¿A veces el pueblo se equivoca?
“El peor
analfabeto es el analfabeto político, no oye, no habla, no participa de
los acontecimientos
políticos. No sabe que el costo de la vida, el precio de los frijoles, del pan,
de la harina, del vestido, del zapato y de los remedios, dependen de decisiones
políticas”
Bertol Brecht (Dramaturgo y poeta alemán, 1898-1956)
Se le atribuye a Enrique III, Rey de Francia en
1586, la frase “Vox populi vox Dei”, aunque otras versiones dicen que fue
Alcunio de York, teólogo inglés (735-804), quien dijo “La voz del Pueblo es la
voz de Dios”
Pero…
¿La voz del pueblo se puede equivocar, aunque sea la voz de Dios? Pues yo me atrevería a decir que hoy en día,
cualquiera se puede equivocar. Sobre todo, cuando quien nos vende su candidatura,
valiéndose de las más modernas técnicas de comunicación, utiliza la mentira y
la demagogia para engañar al electorado. Afortunadamente, cada vez más, la
gente no se deja engañar, dada las malas experiencias vividas, y también, por
qué no decirlo, porque la mayoría de los políticos están conscientes que
reditúa más ser correctos y transparentes.
Ahora bien, ¿Es responsabilidad absoluta de los
partidos políticos y sus miembros, que los candidatos a elegir, sean los más
idóneos? ¿O tienen los electores su cuota de responsabilidad?
Como en el año 2015 tendremos que acudir a las urnas
para elegir a nuestros representantes en las elecciones municipales, parlamentarias
y para el Presidente del Gobierno de España, creo prudente tratar de evaluar,
al menos con estos cinco puntos, a título de orientación, lo que deberíamos
tomar en cuenta a la hora de elegir o seleccionar a los candidatos que votemos.
Ø
Debemos
conocer la experiencia en la gestión y en el desempeño gubernamental. Infórmate del currículum de tus candidatos y compara sus experiencias y
formación en cargos similares a los que se postulan. ¿Qué licenciatura o
estudios poseen y en qué áreas? ¿Cuáles son sus competencias para administrar?, ya que es
indispensable que en el nivel de gobierno que fueren tengan la adecuada
preparación para el cargo por el que compiten. Esto te daría una idea de sus
habilidades, aptitudes y competencias para el puesto. Recuerda que hay algunos
candidatos que nunca han gobernado, que son muy buenos criticando la gestión de
los demás, pero nadie conoce sus andares.
Ø Analiza un
poco el estilo de vida y estatus social.
¿Es
soltero o casado?, ¿Tiene hijos? ¿Creció en el seno de una familia tradicional?
Indaga dónde estudió, en dónde nació y en dónde ha vivido. ¿Quiénes son sus
amistades y que círculos sociales frecuenta? ¿Hace o no deporte y/o alguna
labor social? ¿Qué religión profesa o cuáles son sus creencias? No olvides que
quien no la debe no la teme, y por eso puede exhibirse sin temor ante su
electorado.
Ø Observar su entorno mediático, es decir
aquellas personas que los rodean, ya que es muy probable que éstos personajes
formen parte de su gabinete. Aquí incluimos a la gente del partido que lo
postula y sus antecedentes, las relaciones con empresarios y su cercanía a la
sociedad (dime con quién andas y te diré quién eres), ¿Cómo se comporta en
diferentes escenarios y ante distintos auditorios? Si te fuera posible, asiste
a algún evento o mitin de cada uno de los candidatos y observa quienes lo
siguen, si tienen personal de seguridad, quienes son sus encargados de la
logística y apoyo. Así podrás darte cuenta que tan cercanos están de la gente y
como tratan a sus diferentes públicos. Si son pacientes y escuchan, o son falsos
y solamente están “posando para la foto”. Así sabrás quien o quienes tendrán
injerencia en su toma de decisiones de llegar al poder y que tan auténticos son.
Toma en cuenta que en las tertulias de TV y radio, siempre podrán hacer uso de
su capacidad histriónica y no mostrarse como son en realidad.
Ø Considera su historial como político; si los
cargos que ha tenido anteriormente los ha terminado y que resultados ha dado;
si ha tenido problemas en su partido o se ha cambiado de un partido a otro. Así
podrás darte cuenta si estas ante un candidato confiable y un político de
convicciones, o simplemente se trata de un “arribista” o “paracaidista” que
salta de cargo en cargo o de partido en partido, sin importar si cumplió con
sus compromisos anteriores. También podrás conocer si se ha mostrado como
una persona integral, responsable
y honesta y, lo más importante, comprometido con la ciudadanía. Fíjate en lo
que dice. “Dime de que alardeas y te diré de lo que careces”
Ø Finalmente lo
más importante, analiza realmente su
plataforma política. Si sus propuestas y programa de gobierno son innovadoras
y originales o son un “copia y pega” de otro. Si además estas son viables o
simplemente se quedarán, como en la mayoría de los casos, en solo promesas de
campaña.
Entiendo que hacer un ejercicio como el sugerido en estos 5 puntos, casi
que resulta aburrido y quizás poco práctico, porque regularmente serán las
emociones y no las razones las que nos impulsen a votar por uno u otro
candidato; al margen de nuestras convicciones ideológicas, que nos
identificarán con el candidato de nuestro partido, aunque otros candidatos se
muestren mejores.
Sabemos que mientras más ignorante sea el pueblo, que mientras más
necesidades tenga, será más fácil engañarlo con falsas promesas, pero aun así,
la población instruida, educada y pensante no puede renunciar a su
responsabilidad de saber elegir a sus futuros gobernantes.
Eduardo Guerra B
Analista político y
representante en España de la empresa Estudios y Organización Eugenio Escuela.
No hay comentarios:
Publicar un comentario