lunes, 29 de septiembre de 2014

Referéndum de Escocia. ¿Por qué “NO”, ganó el “Si”?


“Más vale pájaro en manos, que ciento volando”                                                                                          
Refrán español.

Quizás, todavía es muy pronto para conocer en profundidad las razones del por qué el “Si” perdió el referéndum que se celebró en Escocia el pasado 18 de septiembre, para decidir su independencia; pero los datos que se pueden recoger en la red, ya permiten hacer un acercamiento a los factores que decidieron esta intensa e importante campaña electoral.
Aunque parezca difícil creer, el referéndum se convocó por un acuerdo entre el Gobierno Escocés y El Reino Unido, y luego fue refrendado por el Parlamento de Escocia en noviembre de 2013. La pregunta consensuada fue ¿Debería Escocia ser un país independiente? Sí o No”. Los protagonistas principales de estas negociaciones fueron David Cameron, Primer Ministro Británico, y Alex Salmond, Ministro Principal de Escocia.

Al parecer, era tanta la certeza y la confianza que tenía, David Cameron, que ganaría este reto (todas las encuestas decían que era imposible que ganaran los Independentistas), que aceptó varias condiciones que a todas luces parecían  darle ventajas a Salmond. El referéndum se decidiría por mayoría simple, y pudo pedirse al menos que fuera por mayoría calificada. Podrían votar adicionalmente los jóvenes de 16 y 17 años, a sabiendas que para ese momento las encuestas decían que la gente joven favorecía la independencia. Salvo alguna excepción, podían votar todos los ciudadanos de la Unión Europea, o de la Mancomunidad de Naciones, residentes en Escocia, y no así los escoceses que vivieran fuera. Además, y dada la forma de redactar la pregunta, dio por resultado que los Independentistas se quedaron con el “Si” que siempre denota esperanza y optimismo, mientras el “No” siempre proyecta negatividad y pesimismo.
En representación del “Si” se creó el movimiento Yes Scotland (Sí Escocia), y su contra parte por el “No”, el movimiento, Better Together (Mejor Juntos). Detrás del  Yes Scotland, estaba el Partido Nacional Escocés (PNS), pero… apoyando a Better Together, se sumaron los tres partidos mayoritarios en Westminster, los Conservadores, y el Liberal Demócrata, que están en el Gobierno, y los Laboristas de la Oposición.

A lo largo de la campaña, el “Si” empezó a subir lentamente en las encuestas, pero no fue hasta faltando 30 días, cuando algunas mediciones, como You gov, daban 51% a favor de la independencia, mientras otras daban una especie de empate técnico, con una ventaja de 4 puntos a favor del “No”. Esto encendió las alarmas en Westminster y se dio la batalla final, incrementándose las actividades de campaña.

 ¿Cómo fue la campaña?

La campaña giró en base a tres áreas principales, la economía, la historia común entre Escocia y el Reino Unido, y las reivindicaciones sociales de los escoceses. También se le sumaron temas como la defensa (los submarinos nucleares del Reino que tienen su base en Escocia), y la permanencia en la Unión Europea.
El Yes Scotland, acusó al  Better Together, de hacer una campaña para meter miedo, y carente de contenido, de echo el último eslogan usado por los Unionistas fue: “If you don´t kwow, vote no” (si no sabes, vota no). Por su parte, Better Together, atacaba a Salmond, diciéndole que no tenía respuesta ante las amenazas de empresas que anunciaron que se marcharían de Escocia en caso de que ganara el “.
El “No” tuvo que pagar los gastos de sus voluntarios, cosa que no tuvieron que hacer los partidarios de la independencia.  Los movimientos de base del Yes Scotland fueron más ágiles. Cuando Better Together  desveló los carteles con la frase: “Si quieres a tu hijo, debes votar No”; el “Sí”, que acaparó y controló las redes sociales, rebatió y destrozó la publicidad de la oposición con un simple hashtag (#).

 A nivel práctico el “Sí” estuvo mejor organizado. Se repartieron más folletos, más carteles, se crearon más puestos y se tocaron más puertas. Con mucha antelación la campaña por el “Sí”, fue más allá de los votantes tradicionales. Por ejemplo, Jonathan Shafi, el Co-fundador de la Campaña Radical por la Independencia, se centró exclusivamente en los desempleados (segmentaron su mensaje).                                                                                     
Los Independentistas utilizaron todas las técnicas de las llamadas campañas de tierra (puerta a puerta, visitas a los barrios, etc.), sumándole mucha presencia en los Social Media, tales como Twitter y Facebook. Es el caso que “Topsy”, una web que analizó las interacciones de las cuentas de la campaña a favor del “Sí”, @yesScotland y del “No”, @UK_together, dijo que era notable el incremento del ruido a favor del “Sí”  en los últimos días. Cabe destacar que solo media un aspecto de la actividad en Twitter. Por otro lado, “Trendsmap”, una página que mide los temas del momento, Trending Topic, en lugares determinados, publicó un mapa con la evolución en tiempo real de los principales temas del referéndum escocés, como #voteyes (vota sí), #voteno (vota no), etc., en el que también predominó el “Sí”.
La reacción de los Unionistas fue lanzarse también a las calles, con Alistair Darling (Vice Primer Ministro, del partido Liberal Demócrata) a la cabeza. En los últimos días, fue decisiva y determinante  la presencia del Laborista y Ex­-Primer Ministro, Gordon Brown (Nacido en Escocia) ­,  quien pudo rescatar el voto de los obreros para el “No”. Hasta, David Cameron, Primer Ministro y Conservador, se atrevió a visitar Escocia, a pesar de que los estrategas le recomendaron que no fuera por el alto grado de rechazo que este generaba en los sectores populares escoceses. La última semana se empezaron a ver los pronunciamientos de personas famosas, que apoyaban a una plataforma y a otra. Caras como la de, Sean Connery (el agente 007), a favor del “Sí”; y personajes como Paul Mc Cartney, David Beckham  y otros, a favor del “No”.

Finalmente, ambos bandos sacaron toda su artillería pesada, pero podríamos decir que los de Better Together juntaron un ejército abrumador. El Primer Ministro Británico, el Vice Primer Ministro, el líder de la Oposición, La Reina Isabel (Aunque la Casa Real formalmente no tomó partida), El Presidente de los EEUU, el Gobernador del Banco de Inglaterra y los otros grandes bancos privados, Consejeros Delegados de varias Multinacionales, incluyendo la British Petroleum, sin contar con los pronunciamientos del Presidente de la Comisión Europea, del Presidente del Fondo Monetario Internacional, y del Premier de la República Popular China. Contaron también con el apoyo editorial del Financial Time, The Sun, la BBC de Londres y hasta del premio Nobel, Paul Krugman.
El “Si” hizo una campaña emocional, en Escocia se respiró un sentimiento de que el movimiento por el “Sí” defendió a la sociedad contra la austeridad; mientras que el “No” hizo una campaña racional, invitando a conservar la estabilidad económica y social.

Los resultados finales ya se saben:                                                                                                             
Ø  Votantes Inscritos: 4.283.392
Ø  Votantes: 3.623.344
Ø  Participación: 84.59% (Excepcional e histórica)
Ø  Votos válidos: 3.619.915
Ø  Votos nulos: 3.429
Ø  Votos Si: 1.617.989 (44.7%)
Ø  Votos No: 2.001.926 (55.3%)

¿Quién decidió al final?

Los sondeos más recientes dicen que el referéndum lo decidieron las mujeres y los mayores de 65 años, estos fueron los que más le dieron impulso al “No”; temerosas, por una parte, de ver sus hogares en riesgo, y los jubilados, por la otra, preocupados por la estabilidad de sus pensiones. El perfil del votante independentista fue de un hombre entre 25 y 34 años, que decidió su voto a lo largo de la campaña, que adversa radicalmente al Partido Conservador, y que vive cabreado por los recortes en las prestaciones sociales. Al final, los Mass Media hicieron su trabajo. Las personas mayores no son usuarios masivos de los Social Media, y a ellos le llegó más la campaña por televisión.

Esta vez, David “No” le pudo ganar a Goliat…

Eduardo Guerra B.

Analista político y representante en España de la empresa Estudios y Organización Eugenio Escuela.

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