El Candidato 1.0 contra El Candidato 2.0
"Más sabe el diablo por viejo que por diablo."
Refrán español.
La
comunicación tradicional, la comunicación 1.0, la de una sola vía, esa que se
produce sólo del emisor al receptor, está cambiando y evolucionado a una
comunicación de dos vías, la del emisor al receptor, y de vuelta del receptor
al emisor, más conocida ahora como comunicación 2.0. Y aunque las dos versiones
convivan, cada vez más la tendencia es que lo 1.0 sea sustituido por lo 2.0.
En política,
y más en periodos de campañas electorales, empieza a ser determinante el tipo
de comunicación, tanto como el contenido o mensaje. Eso nos lleva a que los
candidatos y sus comandos de campaña, tengan que definir si su abanderado será
un Candidato Uno punto cero, o Dos punto
cero.
¿Y qué lo
determina? ¿Cuál es la diferencia? ¿Cuál estilo es más rentable? ¿Es la edad un
condicionante para ser 2.0? ¿La experiencia son galones? ¿Se identifica la
juventud con lo 2.0? ¿Se relacionan las canas y lo 1.0?
En la España del 2015, de cara a
las elecciones generales de noviembre, veremos que Mariano Rajoy, del Partido
Popular, es un candidato con 59 años, que podría representar al candidato 1.0;
mientras que Pedro Sánchez, del PSOE, 43 años, Pablo Iglesias, de PODEMOS, 36
años, y Albert Rivera, de Ciudadanos, 35 años, suman una media de 38 años y
posiblemente representen lo 2.0 .
El estilo
2.0 está moviendo a los partidos políticos. La política es imagen y de momento
está embadurnada de un gran desprestigio, y según las tendencias que podemos
leer en la mayoría de los estudios de opinión, los electores quieren un cambio,
buscan olvidarse del pasado reciente y necesitan algo nuevo. Como consecuencia,
las formaciones políticas están buscando entre sus afiliados, gente sin pasado.
No sólo que sean jóvenes, sino que además no tengas indicios de haber estado
directa o indirectamente ligados con la corrupción y las trampas. Buscan que no
tengan relación con las formas de hacer la política tradicional, porque lo
primordial no es que sea joven, lo importante es que sea nuevo, renovador. Lo
relevante no es tanto la cara nueva como el estilo, las nuevas formas y
mensajes y el mejor uso de los canales de comunicación, sobre todo los Mass
Media. Dadas todas las denuncias de corrupción en medio de la terrible crisis
económica, es fácil deducir que los votantes aspiran un nuevo tipo de político
que esté preparado para interactuar y conversar con ellos, cosa que no hace la
mayoría de políticos, desfasados e incapaces de adaptarse a los nuevos
contextos y formatos para relacionarse con la gente.
Pero como el
mercado de electores no es homogéneo habría que admitir que cada uno de los
candidatos tiene su público, ese voto duro que los sigue hagan lo que hagan.
Para los jóvenes en general y para los que votarán por primera vez, el tema de
los Padres de la Democracia
y de la Transición
ya es un pasado remoto y tienen asumido los derechos que les brinda la
democracia, de tal manera que para ellos es más importante que sea la Nueva Política
frente a la Vieja Política ,
que si se es de izquierda o de derecha. Por contraparte la gente mayor sí se
identifica con la
Transición y los valores de la democracia, valores que no han
sido traspasados y bien vendidos a las nuevas generaciones. De ahí, que los
jóvenes asumen que el sistema democrático degeneró en corrupción y lo único
valido es una renovación y sacudida política.
Posiblemente
ha sido una coincidencia la aparición de nuevos actores con este momento en el
que la gente pide renovación, pero también los estrategas alguna cuenta se
habrán dado. Todos, salvo el Partido Popular presentan caras nuevas. Mariano
Rajoy es y será el político clásico, de traje y de corbata, muy cauto y
comedido en sus palabras. Más cerca estará Pedro Sánchez, con varios años de
experiencia en el Congreso, mientras Albert Rivera y Pablo Iglesias representan
a la juventud, hablan de tú a tú con los ciudadanos, en su propia jerga o
lenguaje.
El no haber
gobernado hace que Iglesias y Rivera lleven viento en popa y arrasen en las
encuestas entre los menores de 30 años, además de ser tuiteros nativos capaces
de manejar las redes sociales con soltura; pero tienen un problema, y es su
falta de experiencia gobernando, lo que los coloca lejos de la población de 30
años hacia arriba, al margen del discurso amenazador de ultraizquierda de
Iglesias. Para balancear las cargas se sabe que el 80% del electorado mayor de
60 años vota al PP y al PSOE.
Finalmente
podríamos decir que en el PSOE se dieron cuenta a tiempo de la necesidad de
cambiar las caras, pero en el PP al parecer no, y a esta fecha ya es muy tarde
para intentar cambiar de protagonista, amén que siendo Rajoy el Jefe del Gobierno
y el Gran Jefe del partido, no habrá quien le ponga el cascabel al gato.
¿Juventud vs
Experiencia? ¿Estabilidad vs cambio? ¿Lo
nuevo frente a lo viejo?
Queda mucha
agua por pasar debajo del puente y la sabiduría popular nos dice que "Más
sabe el diablo por viejo que por diablo”, aunque la misma sabiduría también
recuerda que “Cuando hay santos nuevos
los viejos no hacen milagros…”
Eduardo Guerra B.
Analista
político y representante en España de la empresa Estudios y Organización
Eugenio Escuela. www.elperiscopioelectoral.blogspot.com.es
www.elblogoferoz.com
Twitter: @eduardoguerrab.