lunes, 29 de septiembre de 2014

Referéndum de Escocia. ¿Por qué “NO”, ganó el “Si”?


“Más vale pájaro en manos, que ciento volando”                                                                                          
Refrán español.

Quizás, todavía es muy pronto para conocer en profundidad las razones del por qué el “Si” perdió el referéndum que se celebró en Escocia el pasado 18 de septiembre, para decidir su independencia; pero los datos que se pueden recoger en la red, ya permiten hacer un acercamiento a los factores que decidieron esta intensa e importante campaña electoral.
Aunque parezca difícil creer, el referéndum se convocó por un acuerdo entre el Gobierno Escocés y El Reino Unido, y luego fue refrendado por el Parlamento de Escocia en noviembre de 2013. La pregunta consensuada fue ¿Debería Escocia ser un país independiente? Sí o No”. Los protagonistas principales de estas negociaciones fueron David Cameron, Primer Ministro Británico, y Alex Salmond, Ministro Principal de Escocia.

Al parecer, era tanta la certeza y la confianza que tenía, David Cameron, que ganaría este reto (todas las encuestas decían que era imposible que ganaran los Independentistas), que aceptó varias condiciones que a todas luces parecían  darle ventajas a Salmond. El referéndum se decidiría por mayoría simple, y pudo pedirse al menos que fuera por mayoría calificada. Podrían votar adicionalmente los jóvenes de 16 y 17 años, a sabiendas que para ese momento las encuestas decían que la gente joven favorecía la independencia. Salvo alguna excepción, podían votar todos los ciudadanos de la Unión Europea, o de la Mancomunidad de Naciones, residentes en Escocia, y no así los escoceses que vivieran fuera. Además, y dada la forma de redactar la pregunta, dio por resultado que los Independentistas se quedaron con el “Si” que siempre denota esperanza y optimismo, mientras el “No” siempre proyecta negatividad y pesimismo.
En representación del “Si” se creó el movimiento Yes Scotland (Sí Escocia), y su contra parte por el “No”, el movimiento, Better Together (Mejor Juntos). Detrás del  Yes Scotland, estaba el Partido Nacional Escocés (PNS), pero… apoyando a Better Together, se sumaron los tres partidos mayoritarios en Westminster, los Conservadores, y el Liberal Demócrata, que están en el Gobierno, y los Laboristas de la Oposición.

A lo largo de la campaña, el “Si” empezó a subir lentamente en las encuestas, pero no fue hasta faltando 30 días, cuando algunas mediciones, como You gov, daban 51% a favor de la independencia, mientras otras daban una especie de empate técnico, con una ventaja de 4 puntos a favor del “No”. Esto encendió las alarmas en Westminster y se dio la batalla final, incrementándose las actividades de campaña.

 ¿Cómo fue la campaña?

La campaña giró en base a tres áreas principales, la economía, la historia común entre Escocia y el Reino Unido, y las reivindicaciones sociales de los escoceses. También se le sumaron temas como la defensa (los submarinos nucleares del Reino que tienen su base en Escocia), y la permanencia en la Unión Europea.
El Yes Scotland, acusó al  Better Together, de hacer una campaña para meter miedo, y carente de contenido, de echo el último eslogan usado por los Unionistas fue: “If you don´t kwow, vote no” (si no sabes, vota no). Por su parte, Better Together, atacaba a Salmond, diciéndole que no tenía respuesta ante las amenazas de empresas que anunciaron que se marcharían de Escocia en caso de que ganara el “.
El “No” tuvo que pagar los gastos de sus voluntarios, cosa que no tuvieron que hacer los partidarios de la independencia.  Los movimientos de base del Yes Scotland fueron más ágiles. Cuando Better Together  desveló los carteles con la frase: “Si quieres a tu hijo, debes votar No”; el “Sí”, que acaparó y controló las redes sociales, rebatió y destrozó la publicidad de la oposición con un simple hashtag (#).

 A nivel práctico el “Sí” estuvo mejor organizado. Se repartieron más folletos, más carteles, se crearon más puestos y se tocaron más puertas. Con mucha antelación la campaña por el “Sí”, fue más allá de los votantes tradicionales. Por ejemplo, Jonathan Shafi, el Co-fundador de la Campaña Radical por la Independencia, se centró exclusivamente en los desempleados (segmentaron su mensaje).                                                                                     
Los Independentistas utilizaron todas las técnicas de las llamadas campañas de tierra (puerta a puerta, visitas a los barrios, etc.), sumándole mucha presencia en los Social Media, tales como Twitter y Facebook. Es el caso que “Topsy”, una web que analizó las interacciones de las cuentas de la campaña a favor del “Sí”, @yesScotland y del “No”, @UK_together, dijo que era notable el incremento del ruido a favor del “Sí”  en los últimos días. Cabe destacar que solo media un aspecto de la actividad en Twitter. Por otro lado, “Trendsmap”, una página que mide los temas del momento, Trending Topic, en lugares determinados, publicó un mapa con la evolución en tiempo real de los principales temas del referéndum escocés, como #voteyes (vota sí), #voteno (vota no), etc., en el que también predominó el “Sí”.
La reacción de los Unionistas fue lanzarse también a las calles, con Alistair Darling (Vice Primer Ministro, del partido Liberal Demócrata) a la cabeza. En los últimos días, fue decisiva y determinante  la presencia del Laborista y Ex­-Primer Ministro, Gordon Brown (Nacido en Escocia) ­,  quien pudo rescatar el voto de los obreros para el “No”. Hasta, David Cameron, Primer Ministro y Conservador, se atrevió a visitar Escocia, a pesar de que los estrategas le recomendaron que no fuera por el alto grado de rechazo que este generaba en los sectores populares escoceses. La última semana se empezaron a ver los pronunciamientos de personas famosas, que apoyaban a una plataforma y a otra. Caras como la de, Sean Connery (el agente 007), a favor del “Sí”; y personajes como Paul Mc Cartney, David Beckham  y otros, a favor del “No”.

Finalmente, ambos bandos sacaron toda su artillería pesada, pero podríamos decir que los de Better Together juntaron un ejército abrumador. El Primer Ministro Británico, el Vice Primer Ministro, el líder de la Oposición, La Reina Isabel (Aunque la Casa Real formalmente no tomó partida), El Presidente de los EEUU, el Gobernador del Banco de Inglaterra y los otros grandes bancos privados, Consejeros Delegados de varias Multinacionales, incluyendo la British Petroleum, sin contar con los pronunciamientos del Presidente de la Comisión Europea, del Presidente del Fondo Monetario Internacional, y del Premier de la República Popular China. Contaron también con el apoyo editorial del Financial Time, The Sun, la BBC de Londres y hasta del premio Nobel, Paul Krugman.
El “Si” hizo una campaña emocional, en Escocia se respiró un sentimiento de que el movimiento por el “Sí” defendió a la sociedad contra la austeridad; mientras que el “No” hizo una campaña racional, invitando a conservar la estabilidad económica y social.

Los resultados finales ya se saben:                                                                                                             
Ø  Votantes Inscritos: 4.283.392
Ø  Votantes: 3.623.344
Ø  Participación: 84.59% (Excepcional e histórica)
Ø  Votos válidos: 3.619.915
Ø  Votos nulos: 3.429
Ø  Votos Si: 1.617.989 (44.7%)
Ø  Votos No: 2.001.926 (55.3%)

¿Quién decidió al final?

Los sondeos más recientes dicen que el referéndum lo decidieron las mujeres y los mayores de 65 años, estos fueron los que más le dieron impulso al “No”; temerosas, por una parte, de ver sus hogares en riesgo, y los jubilados, por la otra, preocupados por la estabilidad de sus pensiones. El perfil del votante independentista fue de un hombre entre 25 y 34 años, que decidió su voto a lo largo de la campaña, que adversa radicalmente al Partido Conservador, y que vive cabreado por los recortes en las prestaciones sociales. Al final, los Mass Media hicieron su trabajo. Las personas mayores no son usuarios masivos de los Social Media, y a ellos le llegó más la campaña por televisión.

Esta vez, David “No” le pudo ganar a Goliat…

Eduardo Guerra B.

Analista político y representante en España de la empresa Estudios y Organización Eugenio Escuela.

lunes, 22 de septiembre de 2014




Mass Media + Social Media,
o el efecto Obama en la Política Española.

           “No puedes hacer una revolución para tener la democracia. Debes tener la democracia para hacer una revolución.”
                                      Gilbert Keith Chesterton (1874-1936, Escritor británico).

La mítica campaña electoral del Demócrata, Barak Obama, del año 2008, en la que se enfrentó y ganó en unas primarias a la poderosa, Hillary Clinton; y luego en las presidenciales en las que derrotó abiertamente al candidato Republicano, John McCain, se ha convertido en un paradigma, que desde entonces, ha influenciado en todas las campañas electorales en el mundo occidental.
Barak Obama, contra todo pronóstico, se impuso a todos los obstáculos posibles. Ser un mestizo, de madre blanca y padre negro, de clase media, nacido en Hawái, y sin formar parte de las familias de abolengo del continente norteamericano, fue un hándicap que a cualquiera hubiera desilusionado, pero, su “Yes we can” lo convirtió en una verdadera revolución democrática.                                                                                                                                                                                                      Y es que en realidad hizo muchas cosas, y las hizo bien, y muchas de ellas innovadoras. Su gran acierto fue mezclar y usar los Mass Media (Televisión, radio, prensa, cine, vallas) con los novedosos Social Media (Redes sociales como Facebook, Twitter, YouTube, Linkedin, etc.), fundiendo estos grandes recursos de comunicación con la llamada política de tierra (campañas puerta a puerta, mítines, pegadas de carteles, etc.). A todo esto, le sumó un mensaje integrador, esperanzador y reivindicativo, dirigido a los jóvenes, y a la gran masa de la clase media norteamericana, que estaba padeciendo la crisis económica más importante del siglo XXI.

¿Se podría repetir o presentar en España el efecto Obama?

Claro que si, y creo que lamentablemente la gente de PODEMOS ya lo inició.

Si tomamos en cuenta los resultados, nadie podrá negar que la campaña llevada a cabo por el partido PODEMOS  para las europeas 2014, fue inteligente. Con apenas cuatro meses funcionando como un partido formal y sin los recursos del PP y PSOE, son todo un acontecimiento. Supieron ver la situación del pueblo español. Un caldo de cultivo bien sazonado siempre puede dar resultados inesperados. El país padece una crisis, las cifras de desempleo son extraordinarias, se han cerrado miles de empresas, los dirigentes políticos en su mayoría, han suspendido en las encuestas de evaluación de desempeño del CIS,  la gente vive desencantada. Los nacionalistas catalanes y vascos piden la independencia, han explotado a la luz pública, los peores casos de corrupción de los siglos XX y XXI, y no se salva ninguna institución de haber cometido algún pecado… y los de PODEMOS se han dado cuenta, y han cambiado el discurso político.

Tratando de hacer un paralelismo con la campaña de Obama 2008, podríamos encontrar algunos puntos en común, eso sí, admitiendo que la forma de hacer política en Norteamérica, es distinta a la que se práctica en España.

Ø  Primero, el líder destaca sobre el partido. Pablo Iglesias, el hombre de la coleta, el que rompe con la imagen del político de traje y corbata, fue y es la imagen carismática de su agrupación.  En España, hoy por hoy, las marcas PP y PSOE siempre han sido superior a sus candidatos; al igual que lo que pasaba en EE.UU. con las marcas Demócratas y Republicanos, antes de Obama 2008.
Ø  Iglesias ha resultado ser un orador contundente, que se muestra sencillo y profundamente mediático. Obama comía hamburguesas en la calle, tomaba café en Starbuck y ganó todos sus debates con un discurso directo y convincente. Ambos son buenos hablándole a la gente.
Ø  Obama utilizó su gran capacidad de síntesis para comunicar conceptos complejos, convirtiéndolos en ideas fáciles de entender por el electorado. Iglesias, sin tener quizás esa virtud, ha logrado imponer eslóganes de fácil digestión para el cansado electorado español, tales como: “Queremos a los corruptos fuera de nuestros gobiernos” y el “Si se puede” homologado al “Yes we can”.
Ø  Obama recorrió el país varias veces, y hay que ver el tamaño del territorio Norteamericano; la gente de PODEMOS, en menos de cuatro meses, recorrió los principales centros urbanos del país. Puerta a puerta, face to face.
Ø  Obama innovó sus mensajes con los vídeos reportajes, que llenaron los Social Media con millones de imágenes y miles de películas de su campaña. Iglesias aprovechó al máximo sus apariciones en las tertulias y telediarios. Ambos mezclaron el discurso con los recursos audiovisuales. Las intervenciones de Iglesias en televisoras de marcada tendencia de derecha (13TV, Intereconomía), se convirtieron en virales.
Ø  Obama era y es un twitter-nativo, es decir, ya tenía más de 100.000 seguidores antes de iniciar la campaña. Él mismo escribía en su cuenta personal, no su equipo de campaña. Iglesias es un tanto similar, ha sido hasta ahora el político español que más y mejor maneja su cuenta Twitter.
Ø  A Obama lo acompañaron varios grupos musicales, de echo el famoso “Yes we can” en una composición que hizo el vocalista del grupo “Black Eye Peas”, por su propia cuenta, sin que el partido se lo pidiera. Pablo Iglesias se ha hecho acompañar por el grupo “Los Chikos del Maíz”. Ambos utilizaron estos recursos como grandes altavoces de difusión de su discurso para atraer a los jóvenes.
Ø  Así como Obama aprovechó la coyuntura del desastre económico del gobierno de Bush, y el enorme desprestigio de este, que tanto decepcionó a los electores norteamericanos; Iglesias sacó ventaja de los desilusionados e indignados militantes del movimiento del 15M, ya agotados después de tres años de lucha, a los que se les estaban quedando frías tantas protestas y consignas.  

En conclusión  ¿Podríamos decir que el efecto Obama se está repitiendo en España?

Barak Obama, estando en total desventaja, se transformó en un líder con recursos, de discurso sencillo y ampliamente reconocible. Uso la televisión como difusor de ideas e imágenes. Reforzó y magnificó todo este coctel con las campañas virales en las redes sociales. Quizás, Obama no ha resultado ser tan bueno como se vendió, pero hizo una paradigmática campaña que lo llevó a la presidencia.

Finalmente, me atrevería a decir que PODEMOS y Pablo Iglesias están haciendo algo parecido. ¿Casualidad? ¿Imitación? ¿Serán las Ciencias Políticas que enseñan en la Universidad Complutense de Madrid?
  
Por otro lado, toca reconocer que los partidos del statu quo español, han modificado su estrategia electoral y han mirado hacia internet, tratando de resolver sus carencias; pero me temo que lo han hecho oportunistamente, y eso da pobres resultados. Todavía les quedan muchos kilómetros por recorrer. Tendrán  que implementar una sabia estrategia de mucho equilibrio entre los Mass Media y los Social Media, en combinación con un discurso más creíble y menos acartonado, aderezado con la imperiosa necesidad de presentar nuevas caras que renueven el liderazgo.

Ojalá el efecto Obama en España, no sea solo la “amenaza populista” de PODEMOS.

Eduardo Guerra B

Analista político y representante de la empresa Estudios y Organización Eugenio Escuela.

lunes, 15 de septiembre de 2014

“El Debate Electoral” 
Debatir ¿Si o No?  Esa es la cuestión…
                                                                                                       

“¡No te rías de la tontería de los demás! Puede representar una oportunidad para ti.”                                                                                                
Winston Churchill (1.874 – 1.965)

Una máxima del marketing político dice, que la mejor manera para saber cuál candidato está en lo alto de la tabla de preferencia del electorado, es cuando vemos que candidato pide debatir y quién se rehúsa. Los debates electorales son, una oportunidad inmejorable que tienen los votantes para conocer, directamente, a los candidatos y a sus propuestas. Solos y sin sus asesores. Los debates son el clímax de las campañas electorales.
Ahora bien, siendo tan importante los debates ¿Por qué es uno de los temas que más preocupan a los candidatos y sus equipos? Posiblemente porque a lo largo de los años se han creado varios mitos. Casi siempre los candidatos que van abajo en las encuestas, quieren debatir con urgencia porque creen ingenuamente, que un buen desempeño en el debate los catapultará al primer lugar de las preferencias. Por el contrario, quien encabeza las preferencias o cree que las encabeza, se niega a debatir porque considera que una mala tarde o noche, lo puede llevar a perder lo ganado. Es bien conocida la frase “El que va ganando no le presta su cartel al que va perdiendo”
Generalmente, cuando se trata el tema, se escuchan argumentos que la mayoría de las veces no tienen ningún sustento para validar porqué sí, o porqué no, se debe debatir. Trataremos de ubicar el debate en su justa medida, tomando en consideración algunos factores antes de tomar la decisión de debatir o no.
Ø  Difícilmente se puede aseverar que un debate puede decidir una elección. Existen muchos ejemplos en los que el ganador del debate fue el perdedor de la elección y viceversa.
Ø  Aunque la mayoría de las veces los debates alcanzan buenos ratings, la verdad es que la mayoría de los votantes no suspenden sus actividades cotidianas o dejan de ver sus programas favoritos por ver cómo los candidatos intentan malograse verbalmente, de tal manera que el efecto que tienen en el electorado es relativo.
Ø  Cada radio-oyente o televidente que sigue el debate, lo hace desde el filtro de su óptica política, es esa preferencia electoral que ya tiene, por lo que, siempre verá a su candidato como ganador; y aun en el extremo que admita que el otro candidato tuvo un mejor desempeño, igualmente seguirá creyendo que el suyo lo hará mejor en el futuro. En todo caso, los debates quizás no logren cambiar la intención de voto del elector parcializado, pero sí que podrían hacer decidirse al votante indeciso, por el candidato ganador.
Ø  El efecto emocional que puede generar el debate, cuando alguno de los candidatos ha tenido una excelente actuación que le hizo ganar unos puntos, o por el contrario, cuando tuvo un pésimo desempeño que le hizo perderlos, ese efecto, es casi siempre pasajero; de tal manera que si el debate se hace muy lejos de la fecha del día de las votaciones, el efecto (bueno o malo) no pesa de manera importante. Por esta razón algunos candidatos rehúyen debatir cerca del día de las votaciones.
Ø  El resultado final de cualquier debate, dependerá mucho de la preparación previa del candidato. Es de suponer que aquel candidato que disponga de un buen equipo de asesores profesionales, que lo prepare en los gabinetes de sombra, y que lo entrene para que no se salga de su guion, estará siempre en ventaja sobre aquel candidato que no se prepare. Así, que si el candidato está por encima o por debajo del oponente, no determina tanto, como el estar bien preparado.
Y a todas estas, ¿Son los debates electorales  una moda del siglo XXI?  Pues no…                       
Hagamos un breve resumen, solo, con los debates más destacados:
Desde los Estados Unidos es de donde nos viene la mayoría de las acciones electorales a considerar.
a)      El primer debate transmitido por radio fue en 1.948, entre Dewey y Stassen por la candidatura Republicana.
b)      El primer debate transmitido por televisión fue 1.956, entre Stevenson y Kefauver por la candidatura Demócrata.
c)      En 1.960 se recuerdan los más famosos debates de Nixon y Kennedy, el primero por radio que ganó Nixon y el segundo por TV, que ganó Kennedy.
d)      Entre Reagan y Carter, en el que Reagan cuestionó a su audiencia y trató de ignorar a Carter.
e)      Destacan también los debates entre Clinton, Bush y Perot, en el que Bush fue captado impaciente, viendo su reloj; y el debate de Gore y Bush, en el que el Demócrata interrumpía, con gemidos desesperados, las intervenciones del Presidente Candidato. En todos estos casos, quien tuvo una mala actuación en los debates, perdió la elección.
f)       Los tres debates de Barack Obama y Mitt Romney en 2.012, donde Obama ganó claramente los tres.
En la historia política más reciente de España:
a)      De los primeros debates de la democracia recordaremos el debate entre Narcis Serra (PSOE) y Miquel Roca (CIU), en 1.989.
b)      El realizado entre Pascual Maragal (PSC) y Josep María Cullel, en las elecciones municipales de 1.991.
c)      Los dos debates televisados entre Felipe González y José María Aznar, en 1.993.
d)      Los dos debates entre José Luis Rodríguez Zapatero y Mariano Rajoy en 2.008, que fueron televisados por casi todos los principales canales de TV, públicos y privados, en horario Prime Time, y que fueron moderados por Manuel del Campo Vidal y Olga Viza, respectivamente.
e)      También en 2.008 el debate entre Pedro Solbes (PSOE) y Manuel Pizarro (PP) como principales figuras en materia económica, y el mismo año el debate entre Manuel Chaves (PSOE), Javier Arenas (PP), Diego Valderas (IU) y Julián Álvarez (CA)
f)       El debate entre Rubalcaba y Rajoy en 2.011, en el que ambos cometieron errores, aunque Rubalcaba más, donde inclusive llamó Presidente a Rajoy.
g)      Más reciente, el protagonizado por Elena Valenciano (PSOE) y Arias Cañete (PP) para las elecciones europeas 2.014, que casi le cuestan las elecciones al candidato del PP por su “desliz machista”.
Finalmente, me atrevería a decir que los debates son necesarios para la democracia, y que deberían ser obligatorios por ley. Estos estimulan la participación del electorado.
En este momento histórico de la política española, en donde la desafección del votante está en su más alto nivel, creo que los partidos políticos tendrían que exigirles  a todos sus candidatos, que para las elecciones del año 2.015, se enfrenten en debates plurilaterales, abiertos. Primero, en las elecciones primarias de sus formaciones políticas, y segundo, entre los distintos candidatos de los partidos políticos que surjan como posibles ganadores.  No estaría bien que algunos candidatos que se sienten ganadores, se sigan refugiando en falsos argumentos para proteger su ventaja en las encuestas.
Si creemos en la construcción histórica de unas elecciones transparentes, uno de los pasos es la promoción de los debates electorales.
¿Se imaginan Ustedes ver a los candidatos a alcalde de sus municipios, debatiendo en los medios de comunicación locales sobre los asuntos de su barrio? ¿Cómo sería ver a los tres a cuatro candidatos de su Cabildo o de su Gobierno Regional debatiendo en las televisoras autonómicas y en las teles y radios locales? ¿No sería emocionante ver a Mariano Rajoy, a Pedro Sánchez y a Pablo Iglesias, debatir por la Presidencia del Gobierno de España?
El tema del debate electoral da para muchos folios, que seguramente trataremos en próximos artículos. ¿Quién decide el cuándo y dónde se harán los debates? ¿Los medios privados o los medios públicos? ¿Cuántos tipos de debates existen? ¿Han sido los debates recientes en España muy encorsetados? ¿Practicaremos en las próximas elecciones un debate tipo 2.0, en el que Twitter sea la herramienta para que los electores puedan preguntar y proponer los temas a debatir a los candidatos? 
En definitiva, los debates son parte del camino para tener más y mejor democracia.
Eduardo Guerra B

Analista político y representante en España de la empresa Estudios y Organización Eugenio Escuela.

lunes, 8 de septiembre de 2014

¿Ganar elecciones con la clásica pegada de carteles, o profundizar la Telecracia y la Twittercracia?

                                                                       
                                                                                   “En política sólo triunfa quien pone la vela donde sopla el aire; jamás 
                                                                             quien pretende que sople el aire donde pone vela”  
Antonio Machado (Poeta español, 1875-1939)


Sin lugar a dudas, la democracia moderna se ha masificado en todo el mundo gracias a la utilización de los Mass Media (prensa, cine, vallas, radio y televisión), y es que sería muy difícil imaginarse la vida política sin la utilización de estos medios de comunicación. No hay mitin o acto de partido, no existe la intervención de un parlamentario o la actuación de un miembro del Gobierno, o de la oposición, que no se realice sin tomar en cuenta su repercusión en la opinión pública.

No sería una exageración decir, que cuando se acercan las elecciones, los partidos y sus líderes, actúan condicionados por el posible “Titular de Cabecera” del día siguiente. Y es que la influencia de los medios de comunicación, que alcanza su máximo grado tratándose de la televisión y su relevancia como fuente de información política, es innegable en la sociedad contemporánea.

Y nos preguntamos, ¿Es solo la propaganda y la información que se transmite por televisión, la que convence y mueve masas? ¿Quedaron obsoletas las clásicas pegadas de carteles y las campañas puerta a puerta? ¿Están demodé los mítines y las grandes concentraciones?
Al parecer sí. Al menos para los grandes partidos de statu quo.

Ahora bien, son tantos los factores que determinan quien puede ganar o perder unas elecciones, que hoy por hoy el solo uso de los Mass Media, no garantiza el éxito.

De hecho, la prohibición en España de pautar en la Televisión (pública y privada) propaganda electoral en las campañas, hace que cada día más se les compliquen las estrategias a los distintos grupos políticos. Como compensación, en las televisoras y radios públicas, la Junta Electoral Central o la Regional, les asigna a todos los partidos políticos, proporcionalmente (supuestamente), una serie de espacios para transmitir sus piezas electorales, dándole más minutos a los grandes partidos, en consideración al número de representantes que hayan conseguido en las elecciones anteriores. Por supuesto, en cada campaña surgen las quejas de los partidos de la oposición, denunciando al partido, o los partidos que controlan el medio público, de abuso de poder y de falta de equidad del director del medio.

Por otro lado, lo que no han podido regular los entes electorales, es lo referido al manejo de los espacios informativos, tanto en los medios públicos como privados, dado el argumento cierto de la libertad de expresión y el derecho de información del electorado. Este es otro factor de choque continuo entre la oposición y el partido de gobierno, debido a que casi siempre se privilegia con más minutos y mejores horarios, las actividades del grupo gobernante. De momento solo les queda a las autoridades electorales, recomendarle a los medios radioeléctricos, la ética, en aras de la igualdad, neutralidad y la pluralidad.

Si a todo lo anterior se le suma, las regulaciones y limitaciones que existen para la entrega de las contribuciones económicas de los particulares a los partidos políticos, tenemos entonces un sistema que le hace difícil las acciones de campaña electoral a los grandes partidos, y una subsistencia casi imposible a las pequeñas formaciones. Claro está, que como dice el dicho “Quien hace la ley, hace la trampa” de ahí la existencia de una serie de fundaciones creadas por los partidos para poder recibir las donaciones y contribuciones de sus simpatizantes.

Finalmente, habría que destacar como un hándicap de los Mass Media, su alto costo económico, factor que determina que solo los partidos grandes hagan uso de estos.

No obstante todas las trabas, vemos casi con asombro la irrupción del partido PODEMOS, que siendo prácticamente unos desconocidos, sin tener grandes recursos económicos, están logrando día a día, captar más simpatizantes, con la característica de que esos simpatizantes se convierten en militantes aguerridos, y altamente comprometidos con sus líderes. ¿Y qué fue lo que hicieron? Pues, segmentaron muy bien su mercado, su público, sus mensajes. Están diciéndole a la gente lo que la gente quiere oír. Sin importarles si es demagogia o no, sin preocuparse si podrán cumplir o no.
Utilizaron muy bien los abundantes espacios informativos (Tertulias y telediarios) que les brindaron varios medios privados (obviamente parcializados) que los catapultó a niveles que ellos mismos no se imaginaron. Por otro lado, jerarquizaron su presencia en las redes sociales; las han manejado con tanto acierto e inteligencia, que ninguno de los partidos grandes, hoy por hoy los pueden igualar en penetración y capacidad de movilización de sus militantes a través de las redes, en especial de Twitter. Adicionalmente, están conformando los Círculos Podemos (Recordar los Círculos Bolivarianos de Chávez) utilizando la campaña directa, el puerta a puerta tradicional.

Viendo todos estos movimientos y la velocidad con la que lo hacen, no queda otra cosa que admitir que la Democracia deviene en Telecracia, y que en tan solo unos años, quizás meses, terminará denominándose Twiteercracia.

En conclusión, la televisión ayuda, y mucho, pero sola no hace milagros. Es saber usar con equilibrio todas las técnicas electorales; pegadas de cartel, campañas puerta a puerta, mítines, marchas y visitas a los barrios, darle la mano y saludar al votante, engrasar y motivar bien la estructura del partido, usar los Mass Media y saber usar y darle importancia, mucha importancia, a internet y las redes sociales.                                                                                                                                
                                                                                                                               
                                                                                                                              Eduardo Guerra B                                                 

                         Analista político y representante en España de la empresa Estudios y Organización Eugenio Escuela.

lunes, 1 de septiembre de 2014

“Vox populi vox Dei”, pero… ¿A veces el pueblo se equivoca?


“El peor analfabeto es el analfabeto político, no oye, no habla, no participa de los acontecimientos políticos. No sabe que el costo de la vida, el precio de los frijoles, del pan, de la harina, del vestido, del zapato y de los remedios, dependen de decisiones políticas”                                                                                     
                                                                                                     Bertol Brecht (Dramaturgo y poeta alemán, 1898-1956)

Se le atribuye a Enrique III, Rey de Francia en 1586, la frase “Vox populi vox Dei”, aunque otras versiones dicen que fue Alcunio de York, teólogo inglés (735-804), quien dijo “La voz del Pueblo es la voz de Dios”                                                                          
Pero… ¿La voz del pueblo se puede equivocar, aunque sea la voz de Dios?  Pues yo me atrevería a decir que hoy en día, cualquiera se puede equivocar. Sobre todo, cuando quien nos vende su candidatura, valiéndose de las más modernas técnicas de comunicación, utiliza la mentira y la demagogia para engañar al electorado. Afortunadamente, cada vez más, la gente no se deja engañar, dada las malas experiencias vividas, y también, por qué no decirlo, porque la mayoría de los políticos están conscientes que reditúa más ser correctos y transparentes.
Ahora bien, ¿Es responsabilidad absoluta de los partidos políticos y sus miembros, que los candidatos a elegir, sean los más idóneos? ¿O tienen los electores su cuota de responsabilidad?

Como en el año 2015 tendremos que acudir a las urnas para elegir a nuestros representantes en las elecciones municipales, parlamentarias y para el Presidente del Gobierno de España, creo prudente tratar de evaluar, al menos con estos cinco puntos, a título de orientación, lo que deberíamos tomar en cuenta a la hora de elegir o seleccionar a los candidatos que votemos.
Ø  Debemos conocer la experiencia en la gestión y en el desempeño gubernamental.                                Infórmate del currículum de tus candidatos y compara sus experiencias y formación en cargos similares a los que se postulan. ¿Qué licenciatura o estudios poseen y en qué áreas? ¿Cuáles son sus competencias para administrar?, ya que es indispensable que en el nivel de gobierno que fueren tengan la adecuada preparación para el cargo por el que compiten. Esto te daría una idea de sus habilidades, aptitudes y competencias para el puesto. Recuerda que hay algunos candidatos que nunca han gobernado, que son muy buenos criticando la gestión de los demás, pero nadie conoce sus andares.
Ø  Analiza un poco el estilo de vida y estatus social.
 ¿Es soltero o casado?, ¿Tiene hijos? ¿Creció en el seno de una familia tradicional? Indaga dónde estudió, en dónde nació y en dónde ha vivido. ¿Quiénes son sus amistades y que círculos sociales frecuenta? ¿Hace o no deporte y/o alguna labor social? ¿Qué religión profesa o cuáles son sus creencias? No olvides que quien no la debe no la teme, y por eso puede exhibirse sin temor ante su electorado.
Ø  Observar su entorno mediático, es decir aquellas personas que los rodean, ya que es muy probable que éstos personajes formen parte de su gabinete. Aquí incluimos a la gente del partido que lo postula y sus antecedentes, las relaciones con empresarios y su cercanía a la sociedad (dime con quién andas y te diré quién eres), ¿Cómo se comporta en diferentes escenarios y ante distintos auditorios? Si te fuera posible, asiste a algún evento o mitin de cada uno de los candidatos y observa quienes lo siguen, si tienen personal de seguridad, quienes son sus encargados de la logística y apoyo. Así podrás darte cuenta que tan cercanos están de la gente y como tratan a sus diferentes públicos. Si son pacientes y escuchan, o son falsos y solamente están “posando para la foto”. Así sabrás quien o quienes tendrán injerencia en su toma de decisiones de llegar al poder y que tan auténticos son. Toma en cuenta que en las tertulias de TV y radio, siempre podrán hacer uso de su capacidad histriónica y no mostrarse como son en realidad.
Ø  Considera su historial como político; si los cargos que ha tenido anteriormente los ha terminado y que resultados ha dado; si ha tenido problemas en su partido o se ha cambiado de un partido a otro. Así podrás darte cuenta si estas ante un candidato confiable y un político de convicciones, o simplemente se trata de un “arribista” o “paracaidista” que salta de cargo en cargo o de partido en partido, sin importar si cumplió con sus compromisos anteriores. También podrás conocer si se ha mostrado como una persona integral, responsable y honesta y, lo más importante, comprometido con la ciudadanía. Fíjate en lo que dice. “Dime de que alardeas y te diré de lo que careces”
Ø  Finalmente lo más importante, analiza realmente su plataforma política. Si sus propuestas y programa de gobierno son innovadoras y originales o son un “copia y pega” de otro. Si además estas son viables o simplemente se quedarán, como en la mayoría de los casos, en solo promesas de campaña.

Entiendo que hacer un ejercicio como el sugerido en estos 5 puntos, casi que resulta aburrido y quizás poco práctico, porque regularmente serán las emociones y no las razones las que nos impulsen a votar por uno u otro candidato; al margen de nuestras convicciones ideológicas, que nos identificarán con el candidato de nuestro partido, aunque otros candidatos se muestren mejores.

Sabemos que mientras más ignorante sea el pueblo, que mientras más necesidades tenga, será más fácil engañarlo con falsas promesas, pero aun así, la población instruida, educada y pensante no puede renunciar a su responsabilidad de saber elegir a sus futuros gobernantes.
Eduardo Guerra B

Analista político y representante en España de la empresa Estudios y Organización Eugenio Escuela.