El techo de PODEMOS, el piso del PSOE.
“Si no
tienes una ventaja competitiva, no compitas”.
Jack Welch.
Un principio del marketing empresarial, es que si una
empresa quiere tener éxito, debe llenar o satisfacer las necesidades de un nicho
concreto del mercado al que quiere entrar. En política pasa algo similar. En la
España del 2011, el movimiento de los indignados se mostró como un grupo de
personas que no tenían representación, que estaban en contra del Partido
Popular, y que votaban por el PSOE, sólo por ser la única alternativa; pero con
el tiempo cada vez más fueron menos los votantes. Esa circunstancia fue la que
aprovechó PODEMOS, llenó el vacio producido por el declive del PSOE y llamó
casta a los partidos del status quo. Y nos preguntamos ¿Fue la aparición de
PODEMOS la causa para la caída del PSOE o el declive del PSOE lo que propició
la aparición de PODEMOS?
En
el escenario político surgieron nuevos grupos que en la época de bonanza eran
invisibles: parados, trabajadores mini jobs, profesionales sin ocupación fija,
estudiantes radicalizados, taxistas con títulos universitarios, familias
desahuciadas, todos sin representación
política. PODEMOS representa para gran parte de estos grupos la esperanza,
aunque sean mentiras sus ofertas, a pesar de que su discurso inicial sea tan
antiguo y fracasado como el comunismo del siglo XIX. Hasta la apariencia es
demodé, la coleta de Pablo Iglesias es propia de los años 60, y sus discursos
llenos de frases hechas tomadas del manual “Los conceptos elementales del materialismo histórico” de Marta
Harnecker.
Desde su exitosa irrupción en las elecciones al
Parlamento Europeo, PODEMOS subió como la espuma en todos los estudios de
opinión, hasta el punto de aparecer en algunas encuestas como la primera fuerza
en intención de voto, por encima del PP. Pero más recientemente se ha detenido
su crecimiento en la mayoría de los estudios de opinión, incluso para las elecciones de Andalucía
aparecen como la tercera fuerza, y en varias encuestas ya pierden entre dos y
cuatro puntos.
Las razones para este frenazo pueden ser varias:
· Agotamiento de sus seguidores y posibles electores, dado que el número
de votantes de la izquierda dura llegó a su tope.
· Los escándalos por el supuesto financiamiento ilegal que han conseguido
del gobierno de Chávez y Maduro, empiezan a hacer mella.
· Que los electores que quedan son mucho más difíciles de convencer.
· Que el espacio natural de izquierda está muy competido (PSOE, Izquierda
Unida y otros)
· Porque el PSOE está resurgiendo de sus cenizas, con la renovación de sus
autoridades.
· Porque la aparición de Ciudadanos les ha cerrado el paso al centro.
· Porque cuesta mucho creer su cambio de discurso radical de izquierda al
discurso moderado del centro.
· Por las denuncias de corrupción de Iñigo Errejón y J.C. Monedero.
· Por las peleas y disputas internas, en virtud de la imposición de los
candidatos de Pablo Iglesias.
· Porque las únicas caras conocidas a nivel nacional son las de la cúpula
de profesores universitarios, Iglesias, Errejón, Monederos (la nueva casta) y
sus candidatos a las municipales son todos unos desconocidos.
· Porque iniciaron muy pronto su campaña electoral, y el discurso empieza
a ser repetitivo, cansino y poco atractivo.
· Porque PODEMOS eran los únicos haciendo campaña y ruido, mientras los demás
partidos estaban callados.
· Porque es posible que exista un voto oculto, callado, que ahora empieza
a aflorar a favor del PP, PSOE y Ciudadanos.
Aceptando que en política nada es seguro y que todo
puede cambiar en cualquier momento, debemos concluir que el éxito político es
cuantitativo, numérico, y que mientras más grupos se representan, mayor será el
éxito. Si un nicho electoral está vacío de oferta y representación, es muy
fácil ocuparlo con discursos demagógicos, cosa contraria es un mercado lleno de
ofertas.
Finalmente toca admitir que el fraccionamiento de la
política española ya es una realidad y que el bipartidismo se acabó, al menos
por los próximos años. Indudablemente la aparición de PODEMOS está
condicionando esta nueva composición del mercado electoral: PP, PSOE, PODEMOS y
Ciudadanos.
Eduardo Guerra B.
Analista político y representante en España de la
empresa Estudios y Organización Eugenio Escuela.
Twitter: @eduardoguerrab
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